El espacio del lector

El nuevo jefe era un cerdo.
Ewan Carter había llegado como nuevo presidente de la junta hacía tres días y su vida ya era un infierno. No es que su trabajo en el archivo fuera muy importante, pero el nuevo imbécil había querido inspeccionar cada recoveco de la empresa y sus exigencias eran cada vez mayores.
Había estado moviendo archivos de un lado a otro durante tres malditos días. Si bien su trabajo como nuevo presidente se estaba extendiendo a ser una especie de interventor de los desbarajustes de la administración anterior, Madelein no tenía por qué pagar el plato roto.
Afortunadamente era una obsesa del control y la organización y los archivos estaban en perfecto orden y condiciones, pero el bastardo estaba revisando cada uno de los tratos y acuerdos de los últimos cinco años, lo cual significaba que Mady tenía que desempolvar cajas y cajas de papeles de los estantes durante todo el día.
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